“En Sámano se ve y se palpa la concienciación de la gente, que está dispuesta a todo para mejorar la situación”
Enfundado en su camiseta gris, el consejero delegado de Evobus, Juan Antonio Maldonado, disfrutó del Día de las Familias en Sámano. En sus ojos se vía satisfacción, y en sus palabras, orgullo. Maldonado está convencido de que para ser líderes del mercado, en estos tiempos difíciles, hay que crear unión entre plantilla y dirección. Lo llama “sentido común”. Entusiasmo, respeto, integridad y disciplina, cuatro valores que en Sámano alcanzaron su punto álgido.
Dice la canción que 20 años no es nada, pero en EvoBus 15 años son toda una vida.
Sobre todo, por la transformación que ha sufrido el negocio de los autobuses. En comparación con otras unidades de negocio como turismos y camiones, donde el volumen de mercado es bastante más grande, los autobuses estaban un poco en desventaja. La creación de Evobus nos ha ayudado a dedicarnos al autobús, a ser profesionales del autobús y entender mejor a los clientes, cuáles son sus necesidades. Esto resume nuestra actividad en estos años.
¿Dónde se sitúa EvoBus en el mercado?
Es la marca Premium por excelencia en el mercado internacional. Somos líderes de mercado. Desde luego, tenemos esa pretensión y la vamos a seguir teniendo. Porque trabajamos en esa línea: tener el mejor producto, satisfaciendo de la mejor manera los requerimientos de los clientes y manteniendo nuestra posición de liderazgo.
Y eso que la crisis se ha dejado notar también aquí.
La estamos sintiendo. En España, nos afecta por dos razones: una, porque nos está afectando de una forma más dura que en los países de nuestro entorno, y dos, porque se está prolongando más que en otros países. Estamos sobreviviendo y, evidentemente, ha habido que hacer unos ajustes. Pero esperamos que el tiempo que nos quede de sufrir sea cada vez menor. A ver si viene pronto el cambio.
En este sentido, es importante que todo el mundo reme en la misma dirección.
Está claro. En tiempos difíciles, cuando hay problemas, es bastante más fácil salir de la situación si formamos una piña y todos remamos en la misma dirección. Y eso lo vemos claramente en el área de producción aquí en Sámano. Es una fábrica que viene sufriendo desde hace años varios programas de ERE; esperamos ver el cambio este año, produciendo más unidades. Y eso nos alienta. Aquí se palpa y se ve una concienciación, una motivación de la gente, que está dispuesta a todo lo que sea necesario para mejorar la situación.
La clave está, pues, en esa unión empresa-trabajador.
Evidentemente. Tendremos muchas cosas que mejorar, pero es nuestra intención trabajar lo mejor posible sin olvidarnos de los aspectos personales de cada trabajador, de hacerles la vida más fácil. Temas de conciliación, diversidad… se trabaja en ese sentido. Posiblemente, nos queden bastantes cosas por hacer, pero creo que hemos avanzado bastante en los últimos años.
Quizás en otras empresas no es tan palpable ese interés por el bienestar de la plantilla.
Yo lo calificaría como sentido común. Si la mayor parte de tu vida activa estás en una empresa… Creo que todos, porque yo también me siento empleado y trabajador, estarán más a gusto y rendirán más si el ambiente y las facilidades de trabajo son mejores. Das, pero también recibes a cambio. Y el producto final es que la ventaja es palpable. En una vista general, estoy bastante contento de lo que hemos avanzado y, aquí en Sámano, en concreto, se han hecho cosas. Hay un equipo fenomenal, que está muy motivado y en esa dirección ha trabajado muy bien.
¿Cómo definiría EvoBus como empresa?
Para estar dentro de una multinacional como es Daimler, EvoBus es una empresa pequeñita dentro de esa empresa; eso nos permite tener bastante grado de libertad. Con esa filosofía de hacer las cosas a medida de lo que son nuestros clientes, tenemos cierta autonomía para trabajar enfocado al cliente pero también a las personas.
Volviendo a la crisis, ¿cómo ve el futuro?
No hay que ser derrotista, así que no será peor de lo que ya hemos pasado. Creo que empiezan a verse los primeros síntomas positivos. De hecho, parece que los indicadores económicos empiezan a apuntar cierta mejoría o, por lo menos, una deceleración de esa caída negativa de los últimos años. Con qué velocidad se va a producir el cambio es la gran pregunta. En el mercado de autobuses, ese cambio aún no es palpable en España; pero este centro no solo fabrica para el mercado nacional sino también para prácticamente todo el mundo. Y ahí sí se palpa cierta mejoría. Este año se van a producir algunas unidades más que el año pasado. Somos moderadamente optimistas.
Con respecto a la fiesta, la implicación de la plantilla ha sido absoluta.
Fenomenal. Para mí ha sido una satisfacción enorme ver a tantos empleados con ese grado de implicación y con esa alegría en unas circunstancias que son adversas, porque lo estamos pasando todos mal.
Al menos, hay cantera en EvoBus, lo digo por la cantidad de niños que han venido.
Lo cierto es que es muy bonito ver a tanto niño por aquí disfrutando. Me ha gustado mucho la fiesta; está bien que la gente comparta la alegría un día así.
Entonces, el año que viene la cita es en Madrid, ¿no?
Así es. La fiesta se repetirá en Madrid. Nos hubiera gustado haberlo hecho todos a la vez, pero los problemas logísticos nos complicaban una organización de ese calibre. Esperamos que el próximo año tengamos un evento de mayor envergadura, y con otras circunstancias de mercado que nos permitan hacer un encuentro a nivel nacional.